Este ha sido siempre el punto de inflexión para todo docente que se precie al enfrentarse a una clase, ¿cómo conseguir que sus alumnos se sientan motivados para aprender su asignatura y que sus clases sean productivas? No es un trabajo sencillo hacer que los alumnos se muestren participativos en las clases, tanto a nivel individual como a nivel grupal. Pero pensándolo realmente, la motivación es esencial para lograr que una clase se pueda considerar exitosa, ya que la reflexión y el aprendizaje van realmente ligados a la participación.
Lo primero
que hay que tener en cuenta para fomentar la motivación en el aula es saber
cómo es el ambiente dentro de la misma, cómo los docentes interaccionan y se
relacionan con sus alumnos y con la enseñanza de su materia. No es baladí tener
en cuenta el hecho de que muchos profesores presentan su clase de forma
monótona y sus alumnos son meros espectadores que no pueden siquiera
interactuar en el proceso de su propio aprendizaje. Es más frecuente
encontrarse a alumnos desmotivados que motivados y en muchos casos esto depende
del propio docente que no sabe cómo transmitir correctamente los conocimientos
y fomentar su relación para con los alumnos.
La motivación es un ingrediente directamente ligado a la participación de los alumnos, por ello, tenemos que saber cómo trabajarla. A continuación, voy a plantear una serie de ideas que me parecen eficaces para lograr la motivación suficiente en los alumnos para despertar su interés por explorar y aprender cosas nuevas y por tanto, mostrarse más participativos en el aula:
1. Encontrar un tema que les apasione para despertar en ellos interés y fomentar su tarea de investigación y participación.
2. Plantear el aprendizaje como un descubrimiento, que sientan que lo que están aprendiendo tiene relevancia y finalidad en su vida. Que le atribuyan un sentido a lo que están aprendiendo para que puedan debatir y comentar con otros compañeros su aprendizaje.
3. Enfocar el contenido desde un punto de vista práctico que le dé a los alumnos un rol activo en el desarrollo de la clase.
4. Uso de las TIC como herramienta para trabajar el aprendizaje de forma dinámica
5. Reforzar el esfuerzo y las actitudes de los alumnos para que sientan la valoración de su trabajo y se animen a seguir explorando y trabajando.
6. Conocer a los alumnos y sus necesidades para adaptar nuestra enseñanza a ellos y que se sientan apreciados para tener confianza en participar activamente en su propio proceso de aprendizaje.
En resumen,
cuanta más implicación e interés haya por parte del profesor, mayor interés y
motivación mostrará el alumno, lo que derivará en una participación activa
dentro del aula. En mi opinión, una buena forma para fomentar la motivación y
la participación del alumnado es el trabajo por proyectos, proponer una serie
de proyectos que sean de su interés y donde su participación sea necesaria de
modo que sientan su necesidad de intervención y la participación sea
prácticamente voluntaria. Creo que aún queda mucho por trabajar en este campo,
pero la implicación del profesor, la buena relación profesor - alumno y el
planteamiento de clase amenas pueden ayudar a lograr una mayor participación
tanto en el aula como en el propio proceso de aprendizaje individual.
Nos leemos pronto, exploradores 🌍
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